Después de recibir una llamada acerca de un perro abandonado en muy mal estado en el sur de Los Ángeles, Se dirigieron al lugar, en la primera búsqueda en la propiedad no lo podían encontrar, pero más tarde lo hallaron entre la basura, se dieron cuenta de inmediato que era ciega de ambos ojos, por lo que le permitieron que los huela. Se orinó de miedo, estaba congelada. En el camino decidieron llamarla Fiona. Ella tenía la peor infestación de pulgas que habían visto. Unos días más tarde, la llevaron a visitar al Dr. Michael Chang. El Dr. Chang confirmó que era 100% ciega, pero dijo que podría restaurar la visión en un ojo. Al día siguiente de la operación la recogieron. Por primera vez en mucho tiempo, podía ver de nuevo. Unas semanas más tarde fue adoptada por Michele y Chris Gentry.
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